Pero la adquisición más importante fue, precisamente, Diego Armando Maradona, quien ya se destacaba como un jugador excepcional, especialmente luego de obtener la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 en 1979. Después de un mes y medio de complicadas gestiones, durante el cual terciaron también Barcelona y River Plate, el 20 de febrero de 1981 terminó firmando con Boca, en una operación total de 10 millones de dólares, récord absoluto del fútbol argentino hasta entonces.