Lejos quedan los años en los que cada curso surgía un nuevo joven de la academia. El mismo que aproximó en el curso pasado a los seguidores del Liverpool a soñar con que veinticuatro años después volverían a levantar el título de campeón de Liga. El Xabi Alonso futbolista se conjugará en pasado a partir de junio. Eso al menos es lo que desliza su entorno, porque él no dice ni pío desde hace meses y en su última aparición pública, en un acto de promoción el pasado mes de noviembre, los periodistas no pudieron preguntarle. Está en la mano de Xabi Alonso, solo él sabe qué quiere hacer mañana. En su tiempo, sin embargo, se vivió uno de los mayores cismas del madridismo, la guerra entre mourinhistas y los que no lo eran, un fango que afectó al equipo, a la selección y, por descontado, a Xabi Alonso. Pero unas cuantas palabras de Messi, una promesa y un trompazo del Madrid han provocado que el culé esté ya celebrando, frotándose las manos y deseando que empiece lo bueno.
Esas ideas claras son las que le hicieron marcharse del Madrid camino de Múnich, a pesar de que Ancelotti le quería un año más en su equipo. Pero antes de llegar a ese verano de 2012 hay que remontarse a la primera vez que se apuntó su nombre en la libreta de un ojeador del Real Madrid. Era, esta vez sí, el Real Madrid. De la Real, sí, pero también de la realidad. Se asienta en la Selección, es campeón de Europa también. Fue campeón de Europa con Ancelotti, aunque no jugase por sanción la final. Él tenía que ser la manija del nuevo superproyecto, aunque terminar en el Madrid era, de algún modo, una anomalía. “El día en que el fútbol”, decía un tuit, “dejó de ser fútbol y se convirtió en soccer”. Ha llegado el día de seguir haciendo historia. Y del mundo. Parte de la mejor historia del fútbol español.
Ahí empieza quizás la parte más conocida de la vida de Xabi. Florentino, en aquellos días, tenía una estricta política de canteranos y superestrellas y Xabi no era (aún) ninguna de las dos cosas. Y era consciente de que no podría llegar al máximo sin salir de su equipo. Quieren llevarlo. Y es normal que los fans persiguen para el uniforme del equipo . El gol no se cae de la bota del uruguayo, pero bien es verdad que las transacciones económicas siempre han ido ligadas al bocado del chico. También las que ahora le empujan a irse del fútbol cuando bien podría marcharse a recaudar a Estados Unidos o a China. Su mejor actuación se remontaba a la campaña 1994/95, donde llegó hasta la semifinal de la mano del mítico George Weah, sin embargo, fue echado de la etapa de los cuatro mejores por el Milan. Pese a que los dos equipos canarios suman cuarenta y seis temporadas en Primera División (treinta y cuatro Las Palmas y trece el Tenerife), solo han coincidido una vez en la máxima categoría.
En total se marcan 4 goles por los 20 que se han visto esta vez. La gira asiática de Neymar, Messi y Suárez se ha solventado con un amplio bagaje anotador: ocho goles a Japón, Hong Kong y Omán. El padre abandonó a la familia (madre y seis hermanos) cuando Suárez contaba con 9 años. La primera estación de Suárez en Europa resultó en una pequeña ciudad al norte de los Países Bajos, Groninga. Llega a Liverpool y en el primer año es campeón de Europa. En la final derrotó al Liverpool por 3-1 con goles conseguidos por Kevin Gameiro y Coke Andujar por partida doble. Destaca el Hull City ante Newcastle, equipos de la ‘Premier’ que hoy empataron sin goles y el Portsmouth, vigente campeón, que cosechó el mismo resultado con el Bristol City. Pese a perder en la primera jornada el derbi local ante La Hoya B el Lorca Deportiva encadena 12 partidos sin perder y se sitúa en diciembre en la primera posición de la Primera Autonómica.
Hizo su regreso al primer equipo como suplente el 20 de noviembre ante el Wigan Athletic. Para los datos históricos, la UEFA sí contabiliza los partidos en las fases clasificatorias previas, así como en los formatos anteriores de las competiciones en caso de haber sufrido una reestructuración, o cambio de denominación. Partidos y partidos en los que demuestra que es uno de los mejores mediocampistas del continente. Mi equipo remontó el 0-3 que el Milan había dibujado antes del descanso. Klopp ha construido un equipo que vive del gol, de un ataque letal, y no le está yendo nada mal. Un medio del campo imbatible junto a Sergio Busquets. Es sencillo pensar que el siguiente paso es ser entrenador, incluso su recorrido vital se asocia con una preocupación para formarse en ese campo. Era el último tren para ser futbolista, porque en Nacional no le pasaron ni una más… pese a ser el mejor de la camada.