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Sin embargo, no todos los encuentros con un alto número de goles anotados se deben únicamente a goleadas: el partido con más goles anotados fue el disputado entre Austria y la local Suiza en la Copa Mundial de 1954, el cual finalizó con una victoria austríaca por 7:5. La final con más anotaciones, en tanto, fue la disputada en 1958 por Brasil y Suecia, que terminó con la victoria de los primeros por 5:2. Por otro lado, la final entre Brasil e Italia en 1994 finalizó sin goles, por lo que se recurrió a una serie de penaltis, equipacion juventus donde los sudamericanos pudieron levantar su cuarta copa mundial.