Las fotos demuestran que Pagniello, aunque no tenga negocios con casi ninguno de estos personajes, sí consigue estar en los círculos de poder del fútbol español. Y parece que Bolsonaro, como el político popular en el que se ha convertido, ha descubierto que en el fútbol puede ser visto como un líder humilde, «alguien como cualquiera», y que este deporte puede ayudar a mantener la opinión de sus seguidores en su gobierno.