“Una potencial introducción de marcas en las equipaciones tendría implicaciones bastante graves para las marcas de la FIFA y muchas no se interesarían en ser parte”, explica Ricardo Fort, exdirector de patrocinios globales de Coca-Cola y Visa y que ahora trabaja con su propia consultora, Sport By Fort. Rayde Baez, asesor estratégico de la Euroliga de baloncesto, fundador de The Connect, y cofundador de Sporthink, subraya que “esta coyuntura exige un análisis desde la perspectiva del fan y, sin embargo, la clave para entender qué ocurre con las selecciones de fútbol está en la sensación de pertenencia y el modelo de distribución económica de la FIFA, entidad que aporta mucho dinero a las federaciones”.