En un gesto de admiración, ya sea de uno a otro o mutua, cientos de jugadores alrededor del mundo se intercambian la camiseta. Bien por los diseños del Bayern y de la Juventus. Forma parte de la tradición futbolística. Hubo una gran asistencia. Pero Abascal ya ha dado pistas valiosas: se tratará de un sindicato «al servicio de los españoles y no de partidos políticos o de causas ideológicas».